Capitulo 11: El comienzo del desaste

Ya una vez en la cama, en mi camita blandita, suave, esponjosa, calentita, con ese olor a.. Pero… huele a… ¿Tortilla? ¿Pero porque demonios huele a tortilla?

Segundos después encontré un calcetín con un pedazo de tortilla, estaba un poco verde pero… ¿Quien no comería un trozo de tortilla de hace meses dentro de un calcetín deportivo sudado después de ese pescado?

Después de comerme el pedazo de tortilla caí en un sueño profundo y dulce… está bien me desmalle del dolor de barriga que me entro, pero conseguí dormirme.
Al despertarme estaba de nuevo en ese extraño mundo, si, seguramente estaba soñando, seguía caminando por ese extraño mundo, cuando a lo lejos vi un camión de helados rápido me acerque para… ¿Para qué va a ser? Para pedir un helado!!! Como un león que se abalanza a su presa me dirigí a la ventanilla, cuando el conductor bajo la ventanilla, el conductor era una especie de rinoceronte solo que la nariz el cuerno lo tenía en la frente y al verme exclamo:

-hola humano, no te asustes por mi aspecto solamente…





-CALLATE YA Y DAME HELADO!!!!! Le grite interrumpiéndole

-lo siento pero no vendo helados, vendo sopa caliente

Pegándole una patada a la furgoneta y tumbándola seguí caminando muy enfadado sin rumbo fijo, de repente vi como el final del camino se encontraba una puerta y al abrirla entre a mi cuarto y una vez en mi cuarto fui a fijarme a la maceta donde plante los dientes, había salido una planta con un fruto gigante, cogí el fruto, lo abrí y dentro tenía unos dientes, al intentar sacarlos saltaron todos y empezaron a correr por todas partes, fui detrás de uno corriendo como un loco, pero tropecé con una piedra y estando en el suelo el diente se acerco a mí y empezó a chillar

-MEEEEEEC MEEEEEEEC MEEEEEEC!!!!!!!!!

En ese momento me desperté, era la alarma del despertador, se me olvido apagarla la noche anterior y me sonó a la hora que la tengo para ir al instituto, las 7:55.

Levantándome para ir al cuarto de baño me fije donde había plantado los dientes, había un brote… realmente había un brote donde había plantado los dientes… nunca había visto una maravilla tan grandiosa y… joer!! Me estaba meando, de modo que fui al baño olvidándome totalmente del primer hecho que llevarían al mundo al desastre absoluto…




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