Capitulo 7: Final de la primera tarde

Bien, al fin me alegraba tener a alguien por debajo de mí a quien pueda dar órdenes, pero lo que me toca la moral y que me mastique el alma, ¡¡¡es que ese que está por debajo de mí sea mejor que yo en todo!!!

Después de apuntarlo en la lista de miembros del club y hacerle jurar no quebrantar ninguna norma, hicimos las cosas importantes que hacíamos cada día, como era viernes decidimos jugar al póker, mi juego favorito de cartas, después de unas 4 o 5 partidas había perdido más de 500€ la bicicleta, 20 kilos de chuches, mis zapatos y mis calzones, y mi pareja era Arroz, el nuevo, tampoco me superaba en eso también, menos mal, ya sería demasiado. El sí que jugaba bien, como era pobre no tenía nada que perder.

Después de jugar, cabrearme, llorar, discutir con Arroz, caerme haciendo el pino, llorar de nuevo, y limpiarme, seguimos con lo siguiente que tocaba hacer, fuimos a la playa y llenamos bolsas de arena, después fuimos a un puente y le echamos mucha agua a la bolsa, y cuando pasaba un coche por debajo le lanzábamos la bolsa, de esta manera le resultaba difícil quitar la arena y no podía ver, asique disfrutamos de una tranquila media hora viendo a los coches estrellarse, de pronto vimos a un policía que vino para echarnos la bronca, ¿Qué hicimos? ¿Huir? ¡NO! Cogimos al policía y lo lanzamos también por el puente, que risa.

Regla Nº 12: solo de debe huir si llevas las de perder o llevas comida que pueda ser dañada.

Como ya nos empezábamos a aburrir de hacer cosas tan simples y aburridas decidimos hacer un mini concurso para ver quien decía la mejor idea para entretenernos el rato que quedaba de tarde, el líder propuso romper ventanillas de coches para ver que tenían dentro, la idea de Madero fue la de irnos a pescar con dinamita, Cerebro simplemente dijo “me gustan los caracoles” yo tuve la magnífica idea de jugar a arreglar la casa que había destrozado una boca de incendios, y Arroz propuso irnos a casa que esto era una aburricion.

Después de mucho debatir y pensar, nos quedamos con la opción de Arroz, yo pienso que mi idea era la mejor, pero también era verdad que se abrían dado cuenta mientras estaba fuera
Así que como un tío valiente volví a casa llorando mientras me arrastraban mis amigos para ver cómo me echaban la bronca, no lloraba por miedo, no… es que se me metió un murciélago en el ojo, me dio mucha pena y me puse a llorar, pero nada más…

No, mentira, me puse a llorar porque estaba cagao de miedo, ¿¡VALE!?

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