Las cronicas de unos pobres idiotas
Capitulo 0: Introducción
Actualmente nos encontramos en el año en el que Cristo perdió el mechero…
Los cerdos buceaban, existían los helados calientes, las cebras eran rojas con lunares verdes los profes de matemáticas enseñaban matemáticas… todo el planeta se convirtió en un completo disparate, mi historia se remonta hasta donde me alcanza la memoria, de aquí a una semana.
Era uno de esos viernes interminables, de esos que cuando miras cada 5 minutos el reloj parece que fueran hacia atrás los minutos, para rematar era la clase de matemáticas, la profesora no paraba de decir chorradas como nueve por ocho son… bueno, tampoco me acuerdo bien, pero tampoco me importaba, ya tenía cosas importantes que hacer y en las que pensar, como por ejemplo que aria esa tarde. Tenía varias opciones, una era buscar a alguien débil para pelearme y pasar el rato, otra era meterme con alguien fuerte y echar a correr, y la ultima era ir a jugar a las cartas con mis amigos que casualmente estaban en la clase de los alumnos problemáticos.
Tras mucho pensar y pensar se me ocurrió una genial idea, hice lo que cualquiera en mi lugar abría hecho, sacar un cojín de la mochila y dormir.
No sé si comencé a soñar, pero vi un hipopótamo morado que volaba por el cielo, rápidamente me quite el zapato y se lo lance a toda la cabeza, el hipo comenzó a caer y yo feliz le decía: JA! Ahora dame mi zapato! No me di cuenta en ese momento, pero este estaba cayendo justo a donde estaba yo,
Mi pierna quedo aplastada por miles de kilos de obesa y pegajosa grasa, el hipo no reaccionaba, estaba completamente K.O misteriosamente encontré a la derecha un cuchillo, no tenía más remedio que hacer “eso” si quería salir de allí…
Comencé a trocear al animal y a comérmelo, así poco a poco hasta liberar mi pierna, una vez liberada, seguí comiéndomelo, estaba realmente bueno.
Después de salir de ese aprieto como un autentico héroe, tenía ganas de seguir investigando ese extraño mundo aparecido de la nada.
Los cerdos buceaban, existían los helados calientes, las cebras eran rojas con lunares verdes los profes de matemáticas enseñaban matemáticas… todo el planeta se convirtió en un completo disparate, mi historia se remonta hasta donde me alcanza la memoria, de aquí a una semana.
Era uno de esos viernes interminables, de esos que cuando miras cada 5 minutos el reloj parece que fueran hacia atrás los minutos, para rematar era la clase de matemáticas, la profesora no paraba de decir chorradas como nueve por ocho son… bueno, tampoco me acuerdo bien, pero tampoco me importaba, ya tenía cosas importantes que hacer y en las que pensar, como por ejemplo que aria esa tarde. Tenía varias opciones, una era buscar a alguien débil para pelearme y pasar el rato, otra era meterme con alguien fuerte y echar a correr, y la ultima era ir a jugar a las cartas con mis amigos que casualmente estaban en la clase de los alumnos problemáticos.
Tras mucho pensar y pensar se me ocurrió una genial idea, hice lo que cualquiera en mi lugar abría hecho, sacar un cojín de la mochila y dormir.
No sé si comencé a soñar, pero vi un hipopótamo morado que volaba por el cielo, rápidamente me quite el zapato y se lo lance a toda la cabeza, el hipo comenzó a caer y yo feliz le decía: JA! Ahora dame mi zapato! No me di cuenta en ese momento, pero este estaba cayendo justo a donde estaba yo,
Mi pierna quedo aplastada por miles de kilos de obesa y pegajosa grasa, el hipo no reaccionaba, estaba completamente K.O misteriosamente encontré a la derecha un cuchillo, no tenía más remedio que hacer “eso” si quería salir de allí…
Comencé a trocear al animal y a comérmelo, así poco a poco hasta liberar mi pierna, una vez liberada, seguí comiéndomelo, estaba realmente bueno.
Después de salir de ese aprieto como un autentico héroe, tenía ganas de seguir investigando ese extraño mundo aparecido de la nada.
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